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La soldadura con una finalidad industrial es un método de gran precisión que se aplica en muchos sectores por su número de ventajas. Su uso permite reparar diferentes elementos para dotarlos de resistencia, durabilidad y puedan volver a ser funcionales.

No obstante, ese tipo de trabajo lo realizan los soldadores con conocimientos en la materia. Estos profesionales son capaces de unir las piezas metálicas gracias a la aplicación de una corriente eléctrica que permite fundir el metal para fijarlo. Durante este proceso pueden emplear distintas fuentes: llama de gas, el láser, el arco eléctrico, el rayo de electrones o el ultrasonido.

Tipos de soldadura industrial

Sin duda alguna, la soldadura cumple un papel muy importante en muchas industrias. Sin este proceso sería imposible construir algunas de las maquinarias más significativas de la ingeniería. Esta tecnología, que dio paso al origen de la Revolución Industrial en el siglo XIX, ha evolucionado para poder crear y restaurar piezas modernas.

Un soldador tiene la capacidad de dar forma y transformar los materiales de gran dureza. Hoy en día, se necesitan equipos automatizados, profesionalidad y experiencia para garantizar un buen resultado. A continuación, enumeramos algunos procesos, según la clasificación existente, para elegir la técnica de soldadura más acertada

Soldadura por arco eléctrico

Esta técnica es una de las más utilizadas en esta industria y se caracteriza por usar distintos procesos para desarrollar esta soldadura. La fuente de energía, que se emplea para fundir los metales, es la eléctrica. En este proceso hay dos aspectos a tener en cuenta, por un lado, el tipo de electrodo y, por otra parte, el estado del material.

Soldadura por inducción

Esta soldadura es una técnica que consiste en calentar dos piezas con el uso de la corriente eléctrica. La resistencia interna y el campo magnético en los materiales ferromagnéticos son factores determinantes para que se efectúen estos cambios. En este tipo de proceso se puede optar por la soldadura fuerte o directa.

Soldadura por rayo láser

Este proceso se produce cuando se utiliza la energía que procede del rayo láser con el propósito de cristalizar el material. La soldadura por láser es una técnica que permite unir los metales en las aplicaciones e ingeniería. La potencia que se emplea es muy alta y esto ayuda a que el rayo pase por la unión y el material licuado fluya dentro del orificio hasta solidificarse.

Soldadura GMAW (Gas Metal Arc Welding)

En este caso, se emplea un proceso denominado electrodo consumible y continuó con el propósito de crear una atmósfera protectora. Esta soldadura, que también se conoce como gas inerte metálico, es muy habitual en los procesos industriales en los que se requiere una tensión constante.

Soldadura ultrasónica

Para finalizar, tenemos que hablar de este proceso, que consiste en la unión termoplástica, donde se usa calor y convierte la energía eléctrica en alta frecuencia. Esto da lugar a que el plástico se derrita y se pueda llevar a cabo la función. No obstante, para poder unir estas piezas es necesario que los materiales sean compatibles.

En conclusión, estos son algunos ejemplos de tipos de soldadura industrial que podemos encontrar en los diferentes sectores. Desde finales del siglo XIX, observamos una clara evolución y nuevas tecnologías para agilizar el proceso. Aunque, el punto de partida está en la fragua que usaban los herreros a base de golpe para generar calor.