Una operación conjunta de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, con la colaboración de la Policía Nacional de Colombia, ha permitido desarticular una organización criminal dedicada a la importación de cocaína mezclada con productos alimentarios, concretamente pulpa de fruta, para su posterior extracción en un laboratorio clandestino instalado en la provincia de Alicante.
La actuación se saldó con once detenidos y la intervención de más de una tonelada de productos químicos y material destinado a la elaboración de cocaína. Entre los escenarios clave de la operación se encuentra una nave situada en Monóvar, donde los agentes incautaron 27 toneladas de pulpa de fruta procedentes de Colombia.
Aunque los análisis realizados por Sanidad confirmaron que esta mercancía no había llegado a ser contaminada con cocaína, las autoridades han constatado que provenía de la misma empresa responsable de un envío anterior interceptado en Colombia, en el que se hallaron 955 kilos de cocaína impregnados en pulpa de fruta con destino a España.

Un laboratorio en Sax y un entramado que operaba desde el Vinalopó
El operativo policial, desarrollado los días 4 y 5 de noviembre, incluyó cinco registros simultáneos en las localidades de Sax, Elda, Monóvar, Petrer y Castalla. En una finca de Sax, los agentes localizaron un laboratorio clandestino completamente equipado para la extracción de cocaína, con más de 1.000 kilos de precursores químicos (sosa cáustica, ácido sulfúrico, acetato de etilo, gasolina, entre otros), así como 10 kilos de cocaína ya elaborada.
En la misma finca se hallaron restos de una plantación interior de marihuana con 2,3 kilos listos para el consumo, además de material de laboratorio, documentación, dispositivos electrónicos, tres vehículos y una máquina contadora de billetes.
Una red con sofisticados protocolos de seguridad
La investigación, iniciada en 2024, permitió descubrir que la organización operaba mediante una sociedad mercantil alicantina utilizada como tapadera. Los investigadores destacan el sofisticado protocolo de seguridad que los responsables habían diseñado para evitar ser detectados: usaban vehículos a nombre de terceros, rutas y horarios cambiantes, y fincas aisladas para manipular la mercancía lejos de zonas habitadas.
La compleja logística permitía mantener una apariencia de actividad comercial legítima al tiempo que ocultaban las operaciones ilícitas. Sin embargo, el control de las autoridades colombianas sobre el envío de pulpa contaminada con cocaína resultó clave para activar el operativo en España.
Los once detenidos han sido puestos a disposición judicial en los juzgados de Alicante, Elda y Novelda.



